Ya nos encontramos Marta y yo aquí en Mozambique después de unos cuantos
viajes (Valladolid-Madrid-Lisboa-Maputo-Nampula). Estamos en el norte del país,
en la provincia de Nampula, en compañía de unas monjas Siervas de María en el
Monasterio Mater-Dei.
El viaje lo hemos hecho muy bien, es un poco cansado porque estamos cerca
de 22 horas danzando de un sitio para otro, pero hemos llegado bien, ha llegado
también todo el material que traíamos, y no nos han puesto pegas a la entrada
del país.
Ya conocemos el centro de otras ocasiones, centro que además de ser el
monasterio de las Hermanas, alberga a más de 50 niños huérfanos y a varios
adolescentes. Cuando nos marchamos de aquí hace dos años estaban construyendo
una nueva casa para los niños más pequeños. La casa ya está terminada, pero
todavía no tiene agua corriente, así que se hace difícil vivir ahí. Ya nos
hemos puesto manos a la obra para conseguir el agua. Ya tienen un pozo (una
perforación) que todavía tenemos que ver si da agua para la casa nueva. También
falta la instalación eléctrica, que estaba previsto que fuera trifásica, pero
el electricista la hizo monofásica. La mayor parte de las tuberías ya están
instaladas, aunque al no haber agua no se ha probado si hay fugas.
También hay varias instalaciones de paneles solares, pues no hay
electricidad todos los días, instalaciones solares que estamos revisando.
Para comprar materiales técnicos nos toca ir pateando la ciudad de tienda
en tienda, viajando en los transportes colectivos, en los que por vernos
blancos, algunas veces nos intentan engañar y cobrar más caro. Nos damos cuenta
porque se suele reir la gente que va en el autobús, así que discutimos con el
cobrador si hay un precio para blancos (mulungus) y otro para los de aquí
(mulandis). Al final todos echamos unas risas y practicamos el portugués, el
ronga, el macua, o lo que se tercie.
Os adjunto algunas fotos de esta zona de Nampula, con chicos y grandes de
aquí. No nos aburrimos. Entre semana trabajando y los fines de semana jugando
con toda esta “criançada”. Eso sí, nos tratan a cuerpo de rey, comiendo frutos
de la huerta naturales (verdura, tomates con mucho sabor, etc. etc., comida muy
sana) y ya estamos perdiendo algunos kilos y todo.
Muchas gracias a todos por vuestro apoyo, gracias al cual podemos echar una
mano aquí, ayudar,… Sabed que estáis muy presentes en estos centros donde
desarrollamos nuestro trabajo y que comunicamos que hay más de 50 personas
colaborando con esta labor.
Recibid un fuerte abrazo y hasta la próxima, de Moisés y Marta
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